¿Necesitas atención médica? No cometas este error.

Es tarde, por la noche, y fin de semana... Y el bebé tiene fiebre. O no puedes dormir porque tienes la garganta tan irritada que te duele hasta al beber agua. No es un buen momento para ponerse enfermo, pero ¿qué se supone que tienes que hacer cuando el consultorio médico está cerrado?

Es posible que lo primero en lo que pienses sea el servicio de urgencias. Pero, ¿se trata realmente de una urgencia? Si no hay nadie que esté sangrando de forma ininterrumpida, que tenga un hueso roto o que presente otros síntomas graves o potencialmente mortales, para un momento y respira. Estás asustado (lo cual es comprensible) y solo quieres que el dolor desaparezca, pero el problema es que te va a costar MUCHO más dinero utilizar el servicio de urgencias si no se trata de una urgencia real. Además, puede que tengas que esperar horas para ver a un médico, ya que el personal atiende los problemas más graves primero. Y tendrás que esperar con tu hijo llorando en brazos, no lo olvides.

Entonces, ¿a dónde deberías ir?

Si tu médico tiene una línea de servicios de enfermería fuera del horario de consulta, es un buen comienzo—te conocen, tienen tu historia clínica, te pueden ofrecer asesoramiento médico y pueden contactar con tu médico si es necesario (también si necesitas una receta). Probablemente el servicio será gratuito, pero no olvides preguntar

Si tu médico no tiene una línea de servicios de enfermería, lo más probable es que tu aseguradora médica la tenga (comprueba el reverso de tu tarjeta de identificación médica o consulta a tu aseguradora), y presumiblemente el servicio también sea gratuito para ti. No obstante, la línea de servicios de enfermería de la aseguradora tenderá a actuar con cautela, ya que las aseguradoras no tienen tu historial médico y querrán evitar riesgos. Por lo tanto, después de hacerte algunas preguntas para determinar la gravedad de la situación, si existen dudas, lo más probable es que te remitan al servicio de urgencias.

Los centros de primeros auxilios suelen ser una buena opción si no tienes una urgencia pero tampoco puedes esperar. Te explicamos por qué:

• Tendrás la mayoría de opciones de diagnóstico y tratamiento que tendrías con tu médico, con algunos servicios de laboratorio y radiografía adicionales.
• La mayoría de los centros de primeros auxilios abren hasta tarde, y se puede acceder a ellos sin cita previa.
• La factura será mucho más baja que la que pagarías en el servicio de urgencias. Asegúrate de elegir centros afiliados a la red para ahorrar el máximo posible.

En resumidas cuentas: no te dejes llevar por el pánico y no acudas directamente al servicio de urgencias antes de sopesar todas tus opciones. Puede haber una alternativa más práctica y económica. Eso no siempre es fácil (si es que alguna vez lo es) si tu hijo está sufriendo o sientes mucho dolor, pero te puede beneficiar a largo plazo.